Godo: O cómo ENCONTRAR la felicidad...
Os voy a contar la historia de como llegó Godo a nuestras vidas, un perrito rescatado por Villa Pepa.
Fue un octubre de 2009, llevábamos varios meses acogiendo a perritos que necesitaran una casa y cariño mientras les buscaban un hogar. Cada vez que llegaba uno era una alegría tremenda, cada uno con su personalidad, sus miedos, sus traumas...que cada día a día ves como van desapareciendo. Es increíble ver como los perros no tienen rencor en su cabecita, todos estos perros habían sido abandonados a su suerte, maltratados y la mayoría torturados. Y aún así todos ellos con el cariño, mimos y confianza olvidan todo para convertirse en perros felices. Ojalá nosotros pudiéramos ser como ellos. |
El día que te llamaban para decirte que ya le habían encontrado un hogar era el día más extraño que he tenido en mi vida, por un lado estabas contento de que por fin fueran a tener un hogar donde ser felices, pero por otro te sentías tremendamente angustiada de saber que mañana no ibas a ver su carita al despertarte.
Es así, es duro, pero tienes que dejar a un lado tus sentimientos propios y pensar en que son ellos los que importan y estás haciendo lo mejor para ellos.
Y pensar así te da serenidad y felicidad.
Es así, es duro, pero tienes que dejar a un lado tus sentimientos propios y pensar en que son ellos los que importan y estás haciendo lo mejor para ellos.
Y pensar así te da serenidad y felicidad.
Al fin y al cabo la solidaridad es eso, un acto altruista donde los importantes son los demás.
Madre mía como me enrollo!! (Podéis hacer una pausa para ir al baño xxxx) De repente recibo una llamada de que había habido un desahucio de 40 perros en condiciones infrahumanas, creo recordar que en Córdoba. Me dijeron que esa misma noche me acercarían a un chihuahua anciano al que todavía no habían conseguido acogida. Salimos mi chico y yo de casa al punto de encuentro y unas chicas muy majas nos dan un transportín verde y contándonos que era un perrito que por su pasado había adquirido el hábito de morder y que le diéramos espacio para no llevarnos un bocado. Llovía y era de noche por lo que no nos pudimos entretener mucho. De camino a casa mi chico me decía, joder cómo pesa el chihuahua. |
Llegamos a casa y le abrimos el transportín pero de allí no salía nadie. Lo dejamos en el salón y nos fuimos a dormir dejando la puerta abierta.
Cuando nos despertamos nos encontramos a los pies de la cama una bola peluda de rizos que en cuanto nos vió despertar se fue corriendo al transportín. Así estuvimos un par de días y al tercero ya era uno más de la familia. Poco a poco fue perdiendo sus miedos y en poco tiempo era un perro nuevo, tanto que nuestros amigos no lo reconocían. |
La idea de que un dia sonara el teléfono y me dijeran que ya habían encontrado una casa para él me aterraba y después de una larga meditación y unas cuantas listas de pros y contras decidí hacer yo la llamada y comunicar que lo queríamos adoptar.
Fue la mejor decisión que hemos tomado nunca y si, nuestra vida a cambiado pero porque nosotros queremos adaptarla para que Godo pueda estar siempre con nosotros.
Levantarse cada día con sus lametazos no nos puede hacer más feliz, tanto que muchas veces me sorprendo en el trabajo deseando irme a casa para estar con él.
Os dejo nuestra primera foto juntos, esto es a los 4 días de llegar a casa!!
Fue la mejor decisión que hemos tomado nunca y si, nuestra vida a cambiado pero porque nosotros queremos adaptarla para que Godo pueda estar siempre con nosotros.
Levantarse cada día con sus lametazos no nos puede hacer más feliz, tanto que muchas veces me sorprendo en el trabajo deseando irme a casa para estar con él.
Os dejo nuestra primera foto juntos, esto es a los 4 días de llegar a casa!!